Sinfonía guerrera de Iñigo Bolinaga

Título: Sinfonía guerrera
Autor: Iñigo Bolinaga
Editorial: Txertoa Argitaletxea

Edición: Tapa blanda con solapas

Páginas: 135

ISBN: 9788471485366

Precio: 14,50

 El 21 de junio de 1813, un ejército dirigido por Wellington infligió a las tropas de Napoleón una monumental derrota en las inmediaciones de Vitoria. El propio hermano del emperador, José, a la sazón rey de España, tuvo que huir a uña de caballo para evitar perecer o caer prisionero. Aquel acontecimiento, del que este año se conmemora el segundo centenario, supuso el repliegue definitivo de los franceses de la península ibérica y obtuvo un enorme eco en Europa, pues jamás antes las tropas imperiales habían sufrido tamaña derrota en combate. Al rebufo de este eco, Beethoven compuso una sinfonía en conmemoración de la Batalla de Vitoria que cosechó un éxito enorme, aunque luego el autor se lamentara de que, por primera y única vez en su vida, había sucumbido a los gustos del público menos exigente. Con este telón de fondo, Iñigo Bolinaga construye una novela estructurada en dos planos: el primero se corresponde con la batalla real, sangrienta y cruel, que invoca a los instintos más bajos del ser humano; el segundo, a la batalla imaginada, épica, gloriosa, sublime. El primero está protagonizado fundamentalmente por personajes históricos que estuvieron en Vitoria... Welllington, su amigo Álava, el rey José, su amante la marquesa de Montehermoso... y muchos, muchos guerrilleros, como Longa, Espoz y Mina, Dos Pelos o Martina Ibaibarriaga. El segundo plano corre a cargo de Beethoven y sus circunstancias, que son también, en buena medida, las de la Europa del momento. Sinfonía guerrera es una novela tan breve como intensa, tan amena como rigurosamente documentada desde el punto de vista histórico. 

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 Lo cierto es que yo no soy muy de leer novela histórica, al margen de las ambientadas en el Holocausto, que me atraen especialmente. Tengo metida en la cabeza la idea, seguramente errónea, de que se me harán tediosas y aburridas y ni me suelo molestar en intentarlo. Sin embargo, cuando Iñigo se puse en contacto conmigo por si me interesaba leer su novela, le eché un vistazo a la sinopsis y tengo que reconocer que me llamó poderosamente la atención. No solo trata de la Batalla de Vitoria, que para algunos ya será motivo suficiente para querer leerla, si no que, además, nos cuenta el punto de vista de Beethoven sobre todo lo acontecido y la composición de su Opus 91. 

 La historia está contada a dos voces. Por un lado nos encontramos con las partes contadas en primera persona por Beethoven, en ellas conocemos a un Beethoven huraño y deprimente, desencantado con la sociedad de su tiempo y condenado al ostracismo. A lo largo de las páginas iremos conociendo su opinión sobre la situación política del momento y sobre todo, sobre la música y todo lo que le rodea. Por otro lado, tenemos un narrador omnisciente que nos cuenta la Batalla de Vitoria de un modo completamente realista y humano, sin medias tintas. La guerra saca lo peor del ser humano e Iñigo Bolinaga no se anda con rodeos a la hora de contarnos detalles de lo más escabrosos, crueles y sangrientos.

 Mi temor inicial a que la novela se me hiciera demasiado lenta, desapareció casi desde el minuto uno. El autor ha sabido utilizar un estilo y un vocabulario sencillo que no entorpece nada el ritmo de la lectura  y que hace que, a pesar de ser novela histórica, pueda ser accesible para cualquiera que esté minimamente interesado. ¡Este es un gran punto a su favor! Se hace entretenida, es fácil de leer y engancha. Además, es una novela cortita, poco más de cien páginas que acabas disfrutando muchísimo.

 A pesar de que las partes centradas en la Batalla de Vitoria mismamente dicha son realmente absorbentes y espeluznantes en la mayoría de los casos, mis partes favoritas son las narradas por Beethoven. Me ha caído bien el tipo, es muy amargado y suicida, te entretiene y te hace reír bastante. Además, las anécdotas que nos cuenta sobre el inventor Mälzel y sus autómatas y engendros mecánicos me parecen de lo más interesantes. Tengo que reconocer que más de una vez dejé de lado la lectura para investigar un poquito por mi cuenta sobre él y sus inventos.

  La mayoría de los personajes que aparecen en la novela son personajes historicos muy reales, como la marquesa de Montehermoso, el guerrillero Francisco Espoz y Mina o el lugareño José Ortiz de Zárate, pero el autor se vale también de algunos personajes ficticios como Anton Marcuello que, pese a no haber existido nunca, su historia puede ser la historia de cualquiera de esos desconocidos que sufrieron esa cruenta guerra. 

  Como en toda novela historica, no solo te entretienes leyendo y pasas un rato agradable si no que, con su lectura, aprendes muchísimas cosas y eso, si eres una persona con un minimo de inquietudes, lo agradeces bastante. ¡Nunca hay que irse a la cama sin haber aprendido algo nuevo!

 En definitiva, Sinfonía guerrera es una novela histórica muy cortita que me ha sorprendido gratamente y me ha hecho reconciliarme con este genero. La he disfrutado como una enana y mi pareja, igual. En cuanto le echó el guante no la soltó hasta haberla terminado así que aquí tenéis un dos por uno en opiniones positivas.

Si tenéis la oportunidad de leerla no lo dudéis porque es una pequeña joya muy digna de tener en consideración.