Flores de invernadero de Natalia García

Título: Flores de invernadero

Autora: Natalia García

Editorial: Éride

Edición: Tapa blanda

Páginas: 209

ISBN: 9788415425151

Precio:  15,00

 Emma, ejecutiva de una importante agencia de publicidad, combina su estresante jornada laboral con el cuidado de su hija, estudiante en Londres. Su entorno lo conforman Mercedes, su amiga del alma, a la que apoya sin condiciones para que pueda cumplir su íntimo deseo; Laura, su compañera de trabajo, que comparte con ella confidencias de su alocada vida y Alberto, su misterioso vecino. Emma hace partícipe al lector de su propio crecimiento personal, recordando experiencias vividas de su pasado y viviendo con intensidad el presente, en el que sus padres, su gran apoyo en los momentos más duros, comienzan su declive.

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 Emma fue madre soltera siendo muy joven,  a pesar de ello y gracias a sus padres,  logró terminar sus estudios de publicidad y se ha convertido en una mujer independiente, una exitosa ejecutiva.  Ahora que su hija estudia en Londres tiene más tiempo para ella misma, para sus amistades y por qué no, para volver a encontrar el amor.

 En un primer momento esta novela pasó completamente desapercibida para mí, ni la cubierta ni la sinopsis me decían gran cosa, pero cuando me propusieron leerla y que os diera mi opinión la curiosidad me pudo. La abrí sin demasiadas expectativas y temiendome lo peor pero la cerré completamente satisfecha.

  

 Emma es una mujer normal, con una vida normal, y rodeada de personas normales.  En “Flores de invernadero” seremos testigos directos de ello, más como si una amiga cualquiera nos estuviera contando sus problemas con una taza de café en mano que como lectores de una novela.  A través de sus vivencias y de las de sus amigos y familiares se abordarán temas como el amor en todas sus variantes,  relaciones laborales y vecinales, drogas,  contactos a través de internet, o algo tan duro como la demencia senil.

  

 Contada en primera persona desde el punto de vista de Emma, con una prosa sencilla, intimista y fresca, intercala sus vivencias con fragmentos de conversaciones  muy subiditas de tono a través de la red entre una pareja de cuyos nombres nos enteraremos muy avanzada la novela y que nos sorprenderán muchísimo.  Este detalle me ha parecido todo un acierto por parte de la autora, la curiosidad por saber de quienes se trata te hace pasar las páginas a un ritmo vertiginoso y hace la lectura mucho más amena.

  

 Del final solo puedo decir que es peculiar. Un final que no es final, porque como nosotros, Emma y todos los que la rodean seguirán con su vida, con sus problemas y sus momentos felices, hasta que Dios, el destino, o quién sabe qué,  decida que es momento de terminar.

 Una novela realista, como la vida misma, con la que emocionarse, reflexionar y sentirse identificado en multitud de situaciones,  que ha conseguido dejarme un buen sabor de boca, por lo que no puedo hacer menos que recomendarla encarecidamente.

 Gracias a Éride por el ejemplar.