domingo, 13 de diciembre de 2015

Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?

Título original: Qu'est-ce qu'on a fait au Bon Dieu?
Año: 2014
Duración: 93 min.
País: Francia
Género: Comedia romántica

Claude y Marie Verneuil, un matrimonio católico y muy conservador, tienen cuatro hijas, a las que han tratado de inculcar sus valores y principios. Sin embargo, las chicas sólo les han dado disgustos: la mayor se casó con un musulmán; la segunda, con un judío, y la tercera, con un chino. El matrimonio deposita todas sus esperanzas en la hija menor, esperando que, al menos ella, se case por la iglesia. 






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 Todos tenemos esos días de mierda en los que parece que el abatimiento nos gana terreno y no hay nada más terrible que dejarse vencer. Para esas ocasiones yo recurro a algo que nunca me falla, el cine. El cine, el arte en general, siempre consigue salvarnos de nosotros mismos y cuando me decidí a ver esta comedia francesa, no había nada que necesitara más.


 Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho? es solo una comedia sencilla, edulcorada y predecible que pretende hacernos reír burlándose de los estereotipos y de los prejuicios que todos tenemos ante otras culturas. Imaginaros un matrimonio tradicional católico, con buenos billetes, una "familia de bien", como se solía decir, que aspira a que sus cuatro hijas tengan unos buenos maridos cristianos y perpetúen su estirpe de tradición y "sangre pura", francesa, en este caso.  

 Ahora imaginaros que una de las hijas se casa con un chino, otra con un judío, otra con un musulmán y que haciendo de tripas corazón lo llevan como pueden depositando todas sus esperanzas en la hija pequeña, interpretada por la bellísima Elodie Fontan (de cuya visión he disfrutado con sumo placer voyeur) que no tiene otra cosa que hacer que comprometerse con... ¡Un negro!  Esto es la gota que colma el vaso para la familia, provocando autenticas crisis, visitas al cura, al psicólogo y situaciones y conversaciones tan delirantes como divertidas. 

 Lo cierto es que el guión tira del chiste fácil pero en ello reside precisamente la gracia de esta película... Chistes de chinos, de negros, de moros... Ataques tontos y estúpidos que se hacen unos a otros y que aunque crean cierta tensión en algunos momentos, siempre acaban en risas, abrazos y en situaciones entrañables que dejan en evidencia lo absurdamente parecidos que somos todos dentro de nuestras pequeñas diferencias. 

 

 La película fue todo un éxito en su país, contando con más de de 12 millones de espectadores y ello se debe en gran medida a que Francia es el país de Europa con mayor número de matrimonios entre personas de distintas religiones. Nuestro país vecino es todo un ejemplo de convivencia, integración y mestizaje y como muestra de ello no hay nada mejor que el humor.

 Mencionar que cierta parte de la película transcurre en Navidad, así que si como yo, sois unos frikis de estas festividades y dado las fechas en las que estamos, os hará especial ilusión este detalle. 

 ¿Os animais a verla? 

jueves, 10 de diciembre de 2015

No me dejes de Màxim Huerta

Título: No me dejes
Autor: Màxim  Huerta
Editorial: Espasa
Edición: Tapa dura
Páginas: 332
ISBN: 9788467043990
Precio: 19,90

«Al señor Dominique Brulé le gusta llegar de noche a su establecimiento. Siempre cierra los ojos antes de encender las luces y abrir la persiana, se comunica en silencio con todas las plantas y les da un tiempo prudencial para que se coloquen porque imagina que han estado toda la noche mezclándose unas con otras y él espera a que vuelvan a estar en sus jarrones de agua limpia cuando da al interruptor. Nunca las pilla en movimiento, un día sucederá. Cuando inauguró la tienda pensó encerrarse y dejarse morir, pero al ver que las tímidas siempre vivas sobrevivían sin agua después de semanas sin atención alguna y presas del olvido en la oscuridad de su duelo, se dio cuenta que él también podría vivir sin su amor».

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 Desde que este autor me enamorara con una de sus anteriores novelas, El susurro de la caracola, no puedo evitar que los ojos me hagan chiribitas con cada uno de sus nuevos títulos publicados. Y es que Màxim, al margen de ser conocido por una extensa mayoría por su trabajo en televisión, es para mi una de las plumas más sensibles del panorama actual español. 

 En No me dejes nos meterá de lleno en la ciudad de París y seremos testigos, una vez más, de esa forma casi mágica que tiene a veces la vida de sorprendernos, de darnos lo que necesitamos cuando ni siquiera sabemos que lo necesitamos, de unir destinos...En esta ocasión serán el florista Dominique Brulé y  la joven y perdida Violeta, los que vivirán el milagro de encontrarse.

 Violeta es una joven madrileña que se refugia en París huyendo de una historia de amor fracasada y de una familia que parece no querer entenderla. El anuncio de Dominique en el escaparate de su floristería será como un regalo del cielo para ella. En la floristería, en el señor Dominique y en sus clientas más asiduas, Mercedes y Tilde, la joven encontrará un nuevo hogar y una nueva familia.

"Se busca ayudante de floristería.
Razón aquí. 
Me llamo Dominique Brulé. 
P.D.: Mejor si tienes nombre de flor."

 Dominique, por su parte, es un anciano peculiar y algo solitario que regenta su floristería con el mismo mimo y el mismo cuidado con el que le hubiera gustado cuidar a su mujer, fallecida de manera trágica mucho antes de que les diera tiempo a cumplir ninguno de sus sueños en común. Dominique habla con sus flores, las conoce, escribe notas maravillosas y personalizadas en sus ramos aunque nadie se lo haya pedido y sigue mandando flores de manera fiel a sus clientes aunque algunos ya no puedan pagarlas, aunque hayan muerto... 

 Dominique es un personaje maravilloso, de una ternura exquisita. A mi, particularmente, me ha llegado a recordar al abuelito de Up: Una aventura de altura de Disney y Pixar, seguro que todos lo tenéis en mente. Y que las paredes de su casa estén decoradas con posters de películas de la Nouvelle Vague me ha requetencantado y  me lo he tomado como todo un guiño hacia mi persona, si me lo podéis permitir. 

 Con los personajes de Mercedes y Tilde, una pareja de ancianas emigrantes españolas, el autor logra poner en evidencia lo mucho que nos suele costar ver más allá. ¿Cuantas veces, al mirar a una anciana, nos paramos a pensar en sus anhelos, en sus deseos, en quién de verdad es? ¿Quienes de nosotros es capaz de ver a la joven vivaz y llena de energía que se esconde bajo esas capas de deterioro físico? Quizás sea eso lo que asusta de la vejez, que solo le afecta al cuerpo...

 Uniendo las vidas de todos estos personajes el autor creará un combo maravilloso que reflejará a la perfección cuan necesarios somos para quienes menos lo esperamos y lo extraordinariamente chachi y especial que eso es.

 Además, en este libro, Màxim pone en evidencia su influencia del realismo mágico con ese extraño personaje en forma de mujer que aparece cuando la historia lo requiere y desaparece cuando ya no es necesaria y con ese simpático pajarillo que conoceréis al final de la historia. Lo cierto es que no termino de decidir si esto me ha gustado o si por el contrario son matices que no aportan nada necesario a la novela, siendo esta ya lo suficientemente entrañable sin ningún abalorio.

 Para terminar os pongo un pequeño fragmeto de la novela que me ha gustado especialmente:

 "Había escondido todos sus miedos bajo el silencio. Más adelante me dijo que le costaba arrancarse con el idioma cuando estaba nerviosa y que le pasaba siempre, también con el español. A punto estuvieron de llevarla al médico porque de niña pasó semanas sin hablar, me contó. Estuve tentado de responderle que a mí también me pasó eso de niño. Y le dije que me pasaba de mayor algo parecido. Y esto, para Violeta, fue lo que la relajó. La boca bloqueada, el corazón exagerado y los pensamientos dando vueltas entre la garganta y el pecho. Siempre nos sentimos así cuando algo se ha roto en el interior e incluso cuando intuimos que algo se va a romper. Nosotros mismos."

 Con la colaboración de Espasa.